Peligros de Introducir Conceptos Subjetivos de Género en las Leyes.

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Estas leyes, que en teoría fueron presentadas como buscando “el mejor interés del niño”, terminaron convirtiéndose en un arma ideológica para imponer ideas de una minoría sobre toda la población.

De manera natural, las sociedades siempre han formado sus estructuras sociales alrededor del sexo biológico, debido a las innegables diferencias innatas entre el hombre y la mujer. Esto sucede orgánicamente, por las predisposiciones y conductas naturales del hombre y de la mujer, que son diferentes entre sí, como pasa en los deportes, por ejemplo, donde las competencias siempre se han hecho entre hombres y entre mujeres, respectivamente, no mixtas.

Este hecho tan natural, sin embargo, hoy día se le intenta obviar a través del establecimiento de leyes totalitarias, que buscan imponer un pensamiento contrario a lo natural. Es que la ideología de género requiere de métodos totalitaristas para lograr establecerse en los diferentes escenarios de la sociedad. Al hacerlo, ignora que es imposible que una sociedad niegue la realidad de las diferencias entre el hombre y la mujer, sin sufrir serias consecuencias por esto.

Podemos decir que se trata de una ideología porque propone una visión de la realidad que es contraria a lo que todos percibimos como real, e incluso opuesta a las ciencias. Se manifiesta en forma de lucha revolucionaria no limitada al ámbito político, sino que se mete con la educación, con la legislación y peor aún, hasta con la intimidad de la familia.

Como no está fundamentada en la realidad ni en las ciencias, esta ideología requiere del apoyo de organismos internacionales, del gobierno y de activistas financiados por estas fuentes, para así impulsar leyes que obliguen a las instituciones y a la población a tener que asumir sus enunciados.

La ventaja que tenemos en países como la República Dominicana, es que podemos decidir si queremos o no esa ideología en nuestras leyes, basándonos en los resultados que ya es posible ver en los países que ya llevan años implementando este tipo de leyes. Como nación libre y soberana, tenemos la potestad de decidir si queremos o no esos resultados para nosotros y para nuestros hijos y nietos.  

Analicemos el caso de Canadá, por ejemplo. Este país podría ser fácilmente visto como el paraíso de los que abogan por esta ideología, pues la misma se ha impuesto en absolutamente todos los aspectos de la sociedad:

  1. En el ámbito legal a través de la distribución de anticonceptivos y provisión de abortos sin ningún tipo de restricciones, así como también a través de la promoción de todo tipo de uniones, en detrimento del matrimonio natural, etc.
  2. En el ámbito educativo, a través de la llamada “Educación Sexual Integral”, que en realidad es más bien una inducción sexual a niños y adolescentes.[1]
  3. En el ámbito laboral, a través de la imposición de cuotas para los grupos minoritarios como los LGBT, y el cobro de grandes multas a quienes no lo cumplan.
  4. En el ámbito gubernamental tienen la “igualdad de género” como criterio obligatorio para el nombramiento de los funcionarios.
  5. En el ámbito universitario, es obligatorio que los maestros firmen una declaración sobre “discriminación” y han creado “Oficinas de la Diversidad”, que actúan como una policía del pensamiento, denunciando a todo profesor que no apoye la ideología LGTB.
  6. En el ámbito del lenguaje, es penado por ley no usar el pronombre de género con que la persona se auto perciba, aunque sea contrario a su sexo de nacimiento.
  7. En el ámbito familiar, las leyes permiten que el gobierno le quite los niños a sus padres si éstos se oponen a la ideología de género[2]. Si un niño manifiesta dudas sobre su sexo biológico (estos casos han aumentado debido a toda la inyección ideológica que recibe por todos lados), los padres no pueden intentar ayudar a su hijo a superar esa conducta ni buscar tratamiento sicológico, pues de hacerlo así, podrían perder la tutela de sus propios hijos, y éstos serían dados en adopción a otra familia que sí acepte su “orientación sexual”.  Una triste ilustración de esto es una propaganda pro LGBT que presentó a un niño “transexual” diciendo: “si tus padres no te aceptan como eres, es hora de buscar nuevos padres…”

Estas leyes, que en teoría fueron presentadas como buscando “el mejor interés del niño”, terminaron convirtiéndose en un arma ideológica para forzar ideas de una minoría, de manera coercitiva sobre toda la población. Todo inicia a través de introducción de conceptos subjetivos y eufemismos en las leyes, como, por ejemplo, “identidad de género” o “preferencia sexual”. Una vez estos eufemismos están en las leyes, empieza un proceso intenso y bien financiado de demandas para lograr la imposición su ideología de manera totalitaria y coercitiva.

No es invento; no es exageración; no es teoría conspirativa. Los datos están ahí. Se trata de una historia repetida, cuyo desenlace conocemos y no es bueno para las naciones. Por eso, confiamos que nuestros legisladores mantendrán firme su posición en defensa del futuro de nuestra nación, dejando a la ideología de género fuera de nuestra legislación.

FUENTE PRINCIPAL: Muñoz Iturrieta, Pablo. 2019. Atrapado en el cuerpo equivocado. La ideología de género frente a la ciencia y la filosofía. Editorial Katejón, Buenos Aires.


[1]https://www.facebook.com/SDHArgentina/photos/a.469381489822099/1904717259621841/?type=3&theater

[2] Coteau, Michael “Bill 89, Supporting Children, Youth and Families Act”, Legislative Assembly of Ontario, 89, Toronto, 2017. Sección V, 74, 3.c.iii: “The child’s race, ancestry, place of origin, colour, ethnic origin, citizenship, family diversity, disability, creed, sex, sexual orientation, gender identity and gender expression”.

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