Mensaje de ex-feminista a diputados y a nuevas generaciones
Buenos días honorables diputados, buenos días a todos los presentes.
Mi nombre es Rosanna Lopez Abreu.
Antes de comenzar mi intervención, quiero agradecer la oportunidad que me han dado de estar aquí. La mayoría de los aquí presente no me conocen, a pesar de ello quiero decirles que lo que ustedes defienden hoy yo también lo defendí, donde ustedes están, yo estuve.
Fue trabajando en la entonces llamada Secretaría de la Mujer, periodo 2000-2004 que entré en contacto de lleno con la ideología feminista, LGTB, género y el aborto, con las cuales me sentí identificada. Estas ideas echaron raíces pues encontraron el terreno fértil de mi mente que estaba abonada con el comunismo, ateísmo primero y luego con mis propios dioses de la nueva era, entre otras falacias.
Fueron 40 años de mi vida que estuve creyendo en mentiras. Todo comenzó en mi pre adolescencia escuchando a un profesor hablar de las bondades del comunismo, leyendo la revista Ahora, escuchando canciones de protestas, aquellas bellas canciones de 7 Días con el Pueblo. Mi corazón vibraba con todo lo referente a revolución, justicia social, igualdad, y sobre todo viniendo de una familia y sociedad machista como mujer fui rebelde.
Entonces creyéndome libre, inteligente, progresista, mente abierta me hice necia. Repito, fueron 40 largos años viviendo engañada. Yo soy una demostración de lo que dijo Winston Churchill, “el que no es de izquierda a los 20 años no tiene corazón, pero el que a los 40 lo sigue siendo, no tiene cerebro”.
Son muchas las vivencias y reflexiones quisiera compartir con ustedes, pero el tiempo no lo permite. Por tanto, quiero invitarlos a reflexionar un poco en las ideas que han abrazado y los traen aquí a defender con tanta vehemencia lo que hoy estamos debatiendo, las tres causales. ¿Se han detenido a cuestionar en qué momento y por qué asumieron estas ideas? ¿de dónde vienen esas ideas? ¿Quién o quiénes las construyeron primero? ¿Por qué lo hicieron?
Una de las razones enarboladas en la defensa de las 3 causales es que en otros países ya han sido aprobadas, entonces ¿han investigado ustedes lo que ha implicado y esta sucediendo hoy día en esos países? ¿Son todas estas ideas que hoy defienden suyas o están luchando la batalla de otros?
Yo estuve donde ustedes están hoy, les comprendo. Fue apenas hace cinco años que encontré La Verdad. Mi encuentro con La Verdad me permitió darme cuenta que había vivido en una ficción. Había adoptado ideas de otros como mías. Creyéndome libre, inteligente, progresista, mente abierta, viví esclavizada a la mentira.
Todos hemos sido condicionados al igual que el perro de Pavlov y la paloma de Skinner, a pensar de una forma, a creer lo que creemos lo cual significa que no somos libres.
Ser libres implica ser responsables. Responsable de lo que creemos sabiendo que nuestras ideas marcan nuestras conductas, no solo a nosotros si no a quienes nos rodean comenzando por nuestro círculo íntimo, nuestra familia. Las ideas tienen consecuencias.
Constantemente estamos recibiendo informaciones que van conformando nuestras creencias día a día, ahora les pregunto ¿dónde quedan nuestra libertad y nuestra responsabilidad en la conformación de nuestro sistema de creencias?
Les invito a todos ustedes y de paso a mis amigas feministas, a que ejerzan su libertad con responsabilidad. Les invito a que ante cualquier información nos paremos en la brecha que hay entre el estímulo (información) y la respuesta que emitimos. Ese espacio en el tiempo donde entra nuestra voluntad, donde somos seres racionales y preguntémonos siendo intelectualmente honestos, el por qué y el para qué de tal información. En aras de nuestra libertad es nuestra responsabilidad cuestionar todo.
Como dijo un filósofo americano La responsabilidad es el precio de la libertad.
Hagámoslo ahora para que dentro de poco tiempo no estemos debatiendo por el aborto libre o por la penalización de si digo el, ella o elle o de si es correcto enseñar a nuestros niños de preescolar a como masturbarse o de despenalizar lo que hace poco se logró penalizar, el matrimonio infantil por no llamarle la pedofilia, etc. Como decía Rubén Blades, no nos dejemos confundir busquemos el fondo y su razón.
Hoy día escuchamos hablar de post verdad, que todo es relativo, que cada quien tiene su verdad. Yo también me lo creía. Es una posición cómoda en la cual nos resguardamos para vivir de acuerdo a nuestros apetitos. La Verdad si existe. Es ilógico decir que no. Después del derecho a la vida, el principal que tenemos y debemos procurar ejercerlo, es el derecho a conocer La Verdad.
Para terminar, me gustaría enfatizar lo siguiente, creer en algo, asumir ideas tiene consecuencias. Y en el caso de ustedes honorables diputados, éstas trascienden a una nación. Y como individuos nuestras ideas alcanzan a otros.
Es muy penoso leer un tweet de alguien amado decir que le hubiese gustado ser abortado, sabiendo que no tiene razón para desearlo y decirlo solamente por que ha elegido creer en la mentira.
Muchas gracias por su atención.
Escrito por: Rosanna López Abreu.