Todos los dominicanos deben ver este video y leer estas líneas, para así constatar de primera mano la forma de pensar y el tipo de objetivos que buscan aquellos que abogan por que nuestro Código Penal incluya la penalización de la “discriminación por preferencia o identidad de género”. Gracias a Dios y a nuestros diputados, esto fue excluido del Código Penal aprobado en segunda lectura por la Cámara de Diputados.
En el video, una representante de las comunidades LGBT habla en nombre de “todes”, explicando que no es suficiente el uso del redundante “ellos y ellas” o “nosotros y nosotras”, sino que, para que el lenguaje sea verdaderamente “inclusivo”, es necesario hablar de “elles” y de “nosotres”.
La joven expresó que históricamente habían sido “tipificades, pensando que nosotres nos íbamos a quedar callades, todes”. Para la exponente, es importante usar este tipo de lenguaje, debido a que así se toma en cuenta a las personas que “no se identifican dentro del género binario”, es decir, que no se identifican como hombre ni como mujer.
Claramente, para los miembros de este grupo, el no usar el lenguaje que llaman “inclusivo” sería “discriminación por identidad de género”, y por tanto, todo el que no utilice ese tipo de lenguaje podría ser sometido legalmente, de haberse aprobado el Código sin los cambios.
Ante esto, el pueblo dominicano reboza de gratitud hacia nuestros legisladores, pues valora aún más el extraordinario trabajo que realizaron al mantener fuera de nuestro Código Penal este tipo de ideología.
Resulta incomprensible que algo tan confuso haya logrado avanzar tanto en el mundo, habiéndolo logrado precisamente a través de la introducción, de manera inicialmente sutil, de la ideología de género en las legislaciones de los diferentes países.
Damos gracias a Dios porque, en su misericordia, ha concedido a la República Dominicana legisladores preparados y comprometidos con la nación, que se mantienen vigilantes y firmes, valientemente velando para que lo que prime en nuestras leyes sea el interés nacional, y no los intereses de los promotores de la agenda globalista.
¡Dios bendiga a nuestros legisladores! ¡Dios bendiga a la República Dominicana!
